Té y café | Relato corto de Slawomir Mrozek

té o café, relato de Mrozek

–¿Té o café? –preguntó la anfitriona.

Me gustan ambas cosas y aquí me obligaban a elegir. Eso quería decir que pretendían escatimar el café o el té. Soy bien educado, de modo que no di muestras de cómo me asqueaba semejante tacañería. Justamente estaba ocupado conversando con el profesor, mi vecino de mesa, a quien estaba convenciendo de la superioridad del idealismo sobre el materialismo, y fingí no haber oído la pregunta.

Tan amigos (cuento taziturno de Mario Benedetti)

tan amigos, cuento taziturno de Benedetti

De nuevo un cuento taziturno, en este caso del gran escritor Mario Benedetti. Prácticamente toda la escena narrada en el relato tiene lugar en una cafetería. Dos amigos (no tan amigos, más bien compañeros de trabajo) mantienen una conversación en una cafetería. Aparecen en plano el camarero, el limpiabotas…

Una historia cuya trama conocemos directamente por el diálogo que mantienen los dos personajes innominados (uno es el de azul, y el otro queda nombrado precisamente así: «el otro») mientras toman café.

Cuento taziturno: El vaso de leche

Manuel Rojas, cuento el vaso de leche

La mejor novela que he leído sobre el hambre y la precariedad es Hambre, de Knut Hamsun, publicada en 1888. En esta gran novela (que marcó una forma de hacer literatura), Hamsun relata la época en la que vivía en una pensión, escribía en los cementerios y mendigaba trabajos puntuales en las redacciones de los periódicos. No está nada mal para un vagabundo que años después llegaría ser Premio Nobel de Literatura (1920).

Tres tazas de té, un cuento de Andrés Rivera

tres tazas de té, cuento de Andrés Rivera

Mi abuelo alquilaba un pequeño departamento de dos piezas en la calle Parral, cuando Parral era ancha y de tierra. En una de las piezas dormían mis tíos Físhale y Meier; en la otra, el abuelo. Yo, los fines de semana, dormía en la pieza de mi abuelo. Me desvestía, y me acostaba en su cama. Mi abuelo apagaba la luz de la pieza, se sentaba en una silla y encendía un cigarrillo. Al rato, me preguntaba si estaba despierto. Yo le contestaba que sí, que estaba despierto, que no tenía sueño.

Leer más