Detrás de la denominación HuskeeCup (o Huskee Cup) se esconde un tipo de taza genial, amigo taziturno. Nos referimos a la taza de café fabricada con los residuos de la cascarilla del propio café.
La idea de realizar una taza de café con café surgió en el año 2016 en la provincia de Yunnan, China, en una plantación de café en la que se encontraron con el problema de la reducción de los residuos generados durante la producción, especialmente con la cascarilla del café, que no posee ningún valor nutritivo. Pero en lugar de prescindir de ella, decidieron buscarle alguna utilidad.
Tras proponer varias ideas, una se abrió camino con fuerza entre todas y no fue, ni más ni menos, que la de fabricar tazas de café con la cascarilla del mismo. Dicha materia prima se convierte en la resina orgánica con la que se moldea cada taza y cada plato. Después de investigar la viabilidad del proyecto, vieron que era posible y que, además, como valor añadido, la taza podría concienciar sobre la problemática de los residuos en las plantaciones y la sostenibilidad en la sociedad.
El diseño de las HuskeeCup
Otro aspecto que abordaron fue el del diseño; no deseaban que la taza presentara un aspecto viejo. Además, debían solucionar varios problemas como el apilamiento, la impermeabilidad y la forma de las tazas, los platitos y sus tamaños dependiendo del tamaño de la taza, la temperatura, la sensación de la taza en los labios, la apariencia estética y la experiencia que transmite el material cuando tenemos la taza entre las manos.
HuskeeCup, a favor de una industria sostenible
La HuskeeCup contribuye a que la industria sea más sostenible pues mientras la cerámica produce un gran impacto medioambiental; la extracción del material, el alto consumo energético durante la cocción cuyos hornos de cocción superan los 500 ºC. Por el contrario, la HuskeeCup se cuece a 300 ºC. durante un menor tiempo con un indudable ahorro energético.
Por otra parte, las HuskeeCups poseen mayor durabilidad que las cerámicas y menor facilidad para astillarse y romperse, de modo que su uso en bares y en restaurantes supondrá un ahorro considerable, ya que deberán sustituirlas con mucho menos frecuencia que las tazas convencionales. Otro factor a destacar es la compatibilidad con el lavavajillas y el microondas.
Tras realizar múltiples tests se ha verificado que, como la cascarilla carece de nutrientes, no existe nada que pueda filtrarse a la bebida. De esta forma, las tazas no producen ningún impacto en el sabor o en el aroma.
La HuskeeCup tiene cinco tamaños: Tazas de aprox. 112, 177, 237, 296 y 355 ml. con tapa y plato universal. Próximamente se fabricarán en varios colores, y el precio es similar al de una taza de cerámica de un segmento medio.
Nota: Amazon, hoy por hoy, no vende las HuskeeCups. Si quieres, aquí tienes otras tazas ecológicas a la venta,